Carta a alguien

Escribo una carta a alguien
desde un desierto rojo
escondido en un espejo sin sombras
dibujo un mapa hacia algún lugar que no tiene nombre,
dibujo un mapa
y en el mapa un hombre que camina hacia un lugar
que no han pisado sus pies.
En el dibujo un cuerpo amarillo camina por las arenas
el rojo desierto le quema la espalda como a un indio
pero alguien más camina a lo lejos
alguien va dejando sus huellas
es un extraño hombre negro.
Atrás el polvo se levanta y se escuchan las voces
de un pueblo en éxodo
nadie se detiene a pesar de que no hay agua
todos caminan autómatas por las arenas del desierto rojo
todos buscan al extraño hombre negro
que sabe el camino a la ciudad de arena.
En el camino me detengo
le escribo una carta a alguien que me está mirando
le hablo de un extraño hombre negro que sabe el camino a la
ciudad de arena.
Le hablo de la turba
y de los secretos del desierto que sólo algunos han hallado
y de los locos que yo he visto revolcarse en las arenas, al borde
del camino.
Sentado en una piedra espero
dibujo un rostro en un espejo
le mando el dibujo a alguien para que vea mi rostro
le escribo sobre el tiempo pasado
y sobre las posibilidades del desierto.
Es un lugar inmenso para perderse o morir
me dice el hombre negro
me advierte que no existe tal ciudad
que no hay camino de vuelta
de esos imperios circulares.
Yo le escribo esta carta a alguien
para que no se pierda en estas arenas
y le mando el mapa y las acuarelas del viaje
y las piedras
y las pieles
y los colmillos
y en las cartas le pinto el retrato para que me reconozca
porque el rostro no es el mismo
cuando se ha andado años por las arenas de este desierto.
Y le escribo mi nombre y siempre es otro nombre
y puesto que son otras manos y otro rostro y otro hombre
y puesto que le escribo esta carta desde el olvido
le pido no se olvide de esta seca tierra
porque le aseguro que extrañas riquezas se ocultan en ella
y que nadie aún les ha puesto sus manos.
Y le hablo del hombre negro que sabe el camino a la ciudad de
arena.
y le prometo que grandes tesoros se ocultan en sus cerradas
cámaras.
Sobre todo, le pido no se olvide del desierto
y de las cartas que le envió a mi familia.
Le pido no se olvide del hambre de quien le escribe
para que aquel que escribe no se olvide de su nombre
y para que estas cartas pasen
de estas arenas.
AUTOR